Un community manager es un profesional de la comunicación especializado en el mundo digital y de las redes sociales que se encarga de la gestión y el desarrollo de la comunicación de una marca personal o de una empresa. Además, crea y gestiona la comunidad que se genera en torno a esas marcas, para lo que ofrece contenido de valor que interese al público. Con ello se busca que lo comparta y que se anime a participar.
Otras de las funciones que tiene un community manager, y que está relacionada con la gestión de la comunidad, es escuchar a los usuarios o clientes de su marca y atenderles; por ejemplo, resolviendo sus dudas o problemas. También monitoriza y analiza la actividad de la marca en redes sociales, valorando el impacto que tienen los contenidos y sus datos estadísticos. Por otro lado, también mejora el posicionamiento SEO y hace campañas de SEM.
Hay que tener en cuenta que el community manager es un nexo entre los usuarios y la empresa, ya que está en contacto con ambas partes. Además, es la persona encargada de gestionar las situaciones crisis.
Un buen community manager debe estar bien preparado, ya que es quien ‘habla’ en nombre de la empresa en las redes sociales. Cualquier fallo, por pequeño que sea, puede convertirse en un gran problema. Así pues, entre las habilidades de un community manager destacan estas cinco:
- Apasionado por su trabajo: disfruta, entre otras cosas, elaborando y compartiendo contenidos de valor e interactuando con su comunidad.
- Conoce muy bien la marca y el sector al que pertenece: así podrá dar contenidos con fundamento e interactuar con mayor seguridad con los usuarios.
- Sabe perfectamente a qué público objetivo se dirige: tiene bien identificada a la audiencia y por eso adapta tanto la forma de comunicarse con ella como los contenidos.
- Capacidad para resolver conflictos: mantiene la calma ante una crisis, analiza la situación y ejecuta una solución al problema.
- Creativo y amable: la originalidad es muy importante para un community manager, ya que es una muy buena forma de hacer diferentes, e incluso únicos, sus contenidos. Si además es una persona que tiene un carácter abierto y dialogante, hará más dinámica y participativa a su comunidad.
También es positivo tener ilusión y motivación por estar aprendiendo cosas nuevas, ya que el mundo de la comunicación online y de las redes sociales está en continua evolución. Un buen community manager tiene que estar muy atento a las novedades que surjan en el sector.